Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida de Paloma Marqués ♥ (@palmarques_ilust)
Este es el método de trabajo que suelo seguir, aunque, por supuesto dependerá del tipo de encargo, del cliente y de las necesidades que vayan surgiendo por el camino. Pero para tener una idea de por dónde empezar, estos son los pasos a seguir:
- Moodboard: Tras la primera reunión donde el cliente nos ha contado lo que quiere, debemos volcar toda la información y comenzar con inspiración y referencias: imágenes, paletas de color, estilo gráfico, tipografías… esto será una guía para empezar a trabajar y no desviarnos. A veces nos dan mucha libertad y a veces tienen muy claro lo que buscan, cualquier referencia gráfica que el cliente nos envíe nos servirá muchísimo en este punto.
- Boceto: Una vez tenemos claro qué vamos a dibujar, hacemos el boceto. Esta es la parte más importante para no trabajar de más innecesariamente y así no perder el tiempo. Ya se suele ver cómo quedará la ilustración final, también se pueden hacer cambios con facilidad en caso de que el cliente los pida. Siempre será mejor hacerlos aquí que con la ilustración terminada.
- Ilustración: Tras la aprobación del boceto, le damos color a la ilustración y cuando esté terminada la enviamos para una última revisión del cliente. En esta fase puede que nos pidan algún cambio más. Para este proyecto en concreto, me pidieron añadir algún elemento más que “llenase” el fondo.
- Maquetación: Ya tenemos la confirmación de la ilustración, así que la adaptamos para su uso final. En este caso para imprimir en formato postal, también añadimos texto, logo de la marca y firma. No siempre el proyecto requiere adaptarla, a veces es algo tan sencillo como pasarla a otro modo de color y a pdf para que tenga la máxima calidad.
- Uso: lo más más gratificante, ver tu trabajo en acción.
¡Y voilà! ¿Qué te ha parecido? Si tienes cualquier pregunta déjame un comentario 🫶🏼